EL PALACIO VELASCO- SARRA
Hola amig@s saludos đââïžaqui les regalo estas hermosisimas imĂĄgenes de la avenida de las Misionesđ en las que podemos apreciar el majestuoso đPalacio Velasco.đ°đ
En la esquina de cĂĄrcel y avenida de las Misiones ,reparto las murallas ,a la entrada de la bahĂa de la Habana
Dionisio Velasco levanto uno de los primeros palacetes del periodo republicano,considerado por muchos como la obra cumbre de la arquitectura realizada por maestros catalanes đ
En la actualidad la sede de la Embajada de España en Cuba.
El Palacio Velasco Situado en uno de los lugares mĂĄs bellos de la ciudad de La Habana, la Embajada de España en Cuba es la Ășnica sede diplomĂĄtica ubicada en el Centro HistĂłrico de la ciudad. El edificio que le sirve de asiento fue construido en 1912 por los arquitectos JosĂ© Mato Sequeiro y Francisco RamĂrez Ovando, y se llamĂł en su momento Palacio Velasco-SarrĂĄ. Desde sus balcones se puede contemplar el Faro del Morro, las murallas de las Fortalezas de la Cabaña y La Punta, uno de los extremos del MalecĂłn habanero y el mar adentrĂĄndose en la bahĂa de La Habana.
Historia de la familia SarrĂĄ
JosĂ© SarrĂĄ y su tĂo ValentĂn CatalĂĄ eran boticarios. A mediados del XIX se fueron a Cuba para probar fortuna en los negocios. En 1853 invirtieron 50 mil pesos en la fundaciĂłn de una farmacia y droguerĂa en pleno corazĂłn de La Habana Vieja, junto a un pozo de agua pura (idĂłnea para la elaboraciĂłn de medicamentos). El establecimiento, orientado a la venta al por mayor, se llamĂł La ReuniĂłn porque unificaba las farmacias tradicional y homeopĂĄtica: la primera, a cargo de JosĂ© y la segunda, dirigida por ValentĂn, que tambiĂ©n asumiĂł la contabilidad.
SarrĂĄ montĂł un laboratorio que en poco tiempo comenzĂł a surtir de ungĂŒentos, sales, jarabes y extractos a farmacĂ©uticos y hospitales de toda Cuba. En 1858 se incorporĂł a la empresa el tambiĂ©n cientĂfico y negociante JosĂ© SarrĂĄ y ValldejulĂ, sobrino del cofundador. Siete años despuĂ©s, ValentĂn les vendiĂł su parte para establecerse por su cuenta en Barcelona, donde el primer SarrĂĄ irĂa tambiĂ©n a morir en 1877.
ValldejulĂ revolucionĂł la empresa. ComprĂł toda la manzana y varias fincas, remozĂł la botica y le agregĂł un laboratorio mayor; comprĂł nuevos aparatos, lanzĂł productos propios de gran Ă©xito y creĂł la que serĂa la mayor farmacia de LatinoamĂ©rica. El rey Alfonso XII concediĂł a ValldejulĂ el tĂtulo de FarmacĂ©utico y Droguero de la Real Casa, asĂ como el derecho de utilizar en sus muestras y etiquetas el Escudo de Armas Reales.
Pero fue la tercera generación, con Ernesto Sarrå Hernåndez a la cabeza la que, en las primeras décadas del siglo XX, transformó el prestigioso negocio en uno de los emporios mås importantes de Cuba, con 46 edificios, 600 empleados y mås de 500 productos.
El heredero de La ReuniĂłn no sĂłlo introdujo tĂ©cnicas de marketing moderno sino que tambiĂ©n recurriĂł a las influencias polĂticas y a una vigilancia casi policial de sus competidores.
Historia del Palacio Velasco
El Palacio Velasco se construyĂł bĂĄsicamente con la parte de la herencia de SarrĂĄ ValldejulĂ que correspondiĂł a su hija MarĂa Teresa, si bien su esposo Dionisio Velasco tambiĂ©n echĂł una mano desde su puesto de concejal.
El Palacio Velasco se terminĂł en 1912, tenĂa tres alturas y un sĂłtano de servicio, a los que se añadĂa un cuerpo retranqueado destinado a biblioteca y una torre-mirador como coronaciĂłn. El conjunto arquitectĂłnico generaba una imagen escalonada que se impuso en el skyline de La Habana de las primeras dĂ©cadas del siglo XX.
El interior del Palacio semeja una casa española tradicional con un patio central rodeado de amplias galerĂas, a lo que se suma un patrimonio relevante de maderas preciosas, mĂĄrmoles de Carrara, herrerĂa y suelos de mosaico. El Palacio tiene forma cuadrada en su base, cuenta con grandes columnas en su corredor en forma de L, en su interior posee un patio techado de 20 metros cuadrados que sirve de terraza para el piso superior, con corredores que dan acceso a las oficinas y habitaciones, asĂ como a la escalera. Tiene una decoraciĂłn de ascendencia modernista donde se pueden observar ventanales y balcones.
Muy cerca se encuentran importantes atractivos culturales, recreativos y turĂsticos como el Parque de los MĂĄrtires, la antigua CĂĄrcel Real, el Monumento a los ocho estudiantes de medicina, el Castillo de San Salvador de la Punta, el Museo de la RevoluciĂłn, el Museo Nacional de la MĂșsica, el Antiteatro del Centro HistĂłrico, el Paseo del Prado, el MalecĂłn habanero y la Avenida del Puerto.
A la muerte de Velasco, el palacio pasĂł en 1932 a una de sus tres hijas, Teresa, que junto a su marido Ălvaro GonzĂĄlez Gordon remodelĂł el inmueble en 1936. La reforma tuvo ventajas, pero restĂł luz al inmueble.
La que fuera vivienda de Dionisio Velasco y MarĂa Teresa SarrĂĄ pasĂł a ser propiedad de España y sede de su Embajada y su Consulado General el 6 de enero de 1984. Sus Ășltimos propietarios, Teresa Velasco y Ălvaro GonzĂĄlez, lo perdieron en 1961 por expropiaciĂłn. Y decidieron emigrar a Jerez. Ernesto SarrĂĄ ya se habĂa ido, por la misma razĂłn, a Estados Unidos. AllĂ, en Florida, sus nietos revivieron el negocio en 1999, cuando crearon la SarrĂĄ Natural Products.