Hola amigos🙋♂️aquí les regalo esta Maravillosa colección de imagenes 😍super cargadita de sorpresas 🎁y estrellas 🌟⭐ pero en esta ocasión resaltando y haciendo énfasis✍ en el glamour y el buen vestir que siempre caracterizó al cubano en Nuestra Hermosa Cuba de otros tiempos 😍
La Habana marcó un hito en la moda, durante los años treinta, cuarenta y cincuenta; las mujeres vestían al último grito del diseño, y ?según las crónicas de moda del escritor Alejo Carpentier-, algunos diseñadores europeos (aunque aún no existía el concepto idéntico tal como existe en la actualidad) se mudaron a la isla para, desde allí, diseñar modelos extraordinarios de sombreros, adornados con plumas y con pájaros tropicales disecados, vestidos de escotes como obras arquitecturales, y zapatos de tacones inimaginables.
Mientras que jóvenes artistas, que luego devinieron figuras prestigiosas de la música, la pintura y del arte cubano, como es el caso de Víctor Manuel, Wilfredo Lam, Carmen Herrera, Lydia Cabrera, entre otros, viajaban a París para completar sus estudios, o sencillamente enriquecer sus vivencias y sus colegas franceses también exploraban las islas del Caribe, desde finales del siglo XIX.
Fueron épocas donde una nación se iba construyendo, en medio de la alegría
una sociedad, en vías de desarrollo, un país que se abría al mundo, con una riqueza y una fortaleza nuevas (Cuba llegaría a ser el tercer país de mayor riqueza en 1957, de América Latina), fuente de diversas culturas, y de una, esencial y gran solidez y lucidez: la cultura del mestizaje, de varias razas y culturas, europeas, africana, china.
Las mujeres vestían elegantes ropajes de hilo, tules, con bordados de colores preferiblemente claros y pálidos, pomposos sombreros, zapatos de piel que evitaban el sudor de los pies, y guantes calados; en el invierno el hilo era sustituido por la seda salvaje, y los tules por el terciopelo y otros tejidos más pesados que abrigaban el cuerpo de la efímera temporada fría. Se usaban las pieles, en los pocos días invernales, más bien se trataba de estolas cortas de piel que cubrían aspaventosamente los hombros. Esto ocurría evidentemente en La Habana, pero también en Santiago de Cuba, y en Matanzas, (donde la moda no llegaba a ser tan sofisticada, pero la elegancia poseía su cuño local de calidad).
¿Cómo vestían los hombres?
En los años noventa el diseñador Giorgio Armani realizó un homenaje justo, a través de un desfile, y de un soberbio catálogo, fue un hermoso elogio creativo a la manera de vestir de los cubanos antes del año del Desastre y del Error (1959). Para ello entrevistó a personas que habían sido testigos y protagonistas de la elegante y tumultuosa noche habanera, aquellos años en los que los cabarets y los cines de barrio encendía el barullo sensual de las bocas y las caderas, y el deseo de actrices, cantantes, divas, vedettes, célebres actores americanos o venidos de los lugares más recónditos del planeta, mezclados con el habanero común y corriente, montaba como la espuma de la cerveza.
En la magnifica obra del fotógrafo Walker Evans podemos comprobar esa Magnífica elegancia del cubano anterior al año 1959,