El 20 de mayo de 1902 quedó constituida la República de Cuba y Tomás Estrada Palma asumió su cargo como primer presidente. Aquí comparto algunas fotos relacionadas con ese día pero primero quiero dar un poco de contexto a las fotos.
Yo entiendo que hablar de esa parte de la historia puede ser conflictivo pues puede generar discusiones políticas que salen de los objetivos del grupo y violan sus reglas. Trato entonces de hacer un resumen, a partir de lo que yo sé, sin hacer valoraciones políticas o una división entre “buenos” y “malos”.
Con el comienzo de la guerra de independencia en Cuba en 1895 los periódicos de Estados Unidos, y principalmente de New York, comenzaron a reportar profusamente sobre los sucesos en la isla. La mayoría de esos periódicos se referían a las fuerzas independentistas cubanas en términos positivos y reportaban horrores de la actuación de las autoridades españolas. En Estados Unidos se fue creando una opinión aunque esta no era unánime. Algunos querían que Estados Unidos se metieran en la guerra y otros se oponían a ello; algunos querían ver a Cuba como un país independiente y otros preferían la anexión. En febrero de 1898 ocurrió la explosión en el buque militar Maine, fondeado en la bahía habanera, lo que provocó la muerte de unas 260 personas. El debate sobre si entrar en la guerra o no se exacerbó hasta que dos meses más tarde, en abril de 1898, el Congreso adoptó una resolución conjunta declarando que el pueblo de la Isla de Cuba tenía el derecho a ser libre e independiente, exigiendo a España a abandonar la isla. Una semana más tarde Estados Unidos y España estaban en guerra. Uno de los legisladores americanos era el senador Henry Teller quien se oponía a la anexión de Cuba y logró introducir una cláusula a la resolución asegurando que los Estados Unidos solo ocuparían Cuba con el objetivo de pacificarla pero que posteriormente entregaría el gobierno de la isla a su pueblo.
Los Estados Unidos y España estuvieron en guerra entre abril y agosto de ese año. Durante las acciones bélicas Estados Unidos contó con la colaboración de las fuerzas independentistas cubanas. Tras múltiples victorias norteamericanas en varios escenarios y la destrucción de las flotas españolas en Cuba y Filipinas, ambos gobiernos firmaron un protocolo de paz el 12 de agosto. Durante los meses de octubre y noviembre tuvieron negociaciones de paz que resultaron en la firma del Tratado de París de 1898, el 10 de diciembre. Para los dirigentes americanos era importante no volver a la opinión pública en contra suyo con pretensiones de anexión de Cuba por lo que los artículos del tratado hacían una marcada diferencia entre Cuba y los otros territorios entregados por España. Así, los dos primeros artículos del tratado decían:
Artículo I- España renuncia todo derecho de soberanía y propiedad sobre Cuba. En atención a que dicha isla, cuando sea evacuada por España, va a ser ocupada por los Estados Unidos, los Estados Unidos mientras dure su ocupación, tomarán sobre sí y cumplirán las obligaciones que por el hecho de ocuparla, les impone el Derecho Internacional, para la protección de vidas y haciendas.
Artículo II- España entrega a los Estados Unidos la isla de Puerto Rico y las demás que están ahora bajo su soberanía en las Indias Occidentales, y la isla de Guam en el archipiélago de las Marianas o Ladrones.
Ahí seguían con el artículo sobre Filipinas. Como se nota, el artículo sobre Cuba se refiere a una ocupación temporal de la isla. Otro tema que se puso sobre la mesa de negociaciones fue la deuda nacional cubana, que ascendía a más de cuatrocientos millones de dólares. España se negó a aceptarla, pero al final no tuvo otra opción y la responsabilidad de la deuda tuvo que ser asumida por España.
Así, al ocupar Cuba oficialmente el 1ro de enero de 1899 las autoridades de ocupación americanas comenzaron las labores para una transferencia del poder a autoridades cubanas. En este sentido durante algunos meses de 1900 y 1901 se reunió una Asamblea Constituyente que redactó la primera constitución de la república (en la que se vieron obligados por Estados Unidos a aceptar la Enmienda Platt que limitaba seriamente la independencia del país). Para finales del 1901 se convocaron elecciones. Los candidatos a la presidencia eran Tomás Estrada Palma y Bartolomé Masó.
Estrada Palma había nacido en Bayamo en 1835 y había estudiado Derecho en La Habana y Sevilla. A comienzos de la Guerra de los 10 años se había incorporado a las fuerzas independentistas. En 1876 era designado com Presidente de la República en Armas pero para el año siguiente era apresado por los españoles y enviado a prisión en Cádiz. Tras el Pacto de Zanjón fue liberado y se asentó en Central Valley, en las afueras de New York, donde continuó colaborando con la causa revolucionaria. Al partir a Cuba en 1895, Martí lo dejó a cargo de la dirección del Partido Revolucionario Cubano en el exilio y al morir Martí fue designado como Delegado del partido.
Por su parte, Masó había nacido en Yara en 1830 y se alzó por la independencia de Cuba desde el 10 de octubre de 1868. También en 1895, a los 64 años, se alzó desde el primer día de la contienda. Logró los grados de Mayor General y en 1897 fue elegido Presidente de la República en Armas, cargo que mantuvo hasta el fin de la guerra.
En los inicios Estrada Palama no estaba interesado en candidar a la presidencia pero al recibir el apoyo de figuras como Máximo Gómez la aceptó. Gómez había propuesto que Estrada Palma fuese presidente y Masó, vicepresidente pero Masó rechazó la idea y se presentó como candidato a la presidencia. Era evidente, sin embargo, que las autoridades de ocupación americanas preferían la candidatura de Estrada Palma así que, en protesta por su imparcialidad y con acusaciones de fraude, Masó se retiró de la contienda, dejando a Estrada Palma como único candidato. Las elecciones fueron entonces fácilmente ganadas por este con el 75 % de los votos. En el momento de su elección Tomás Estrada Palma continuaba viviendo en las afueras de New York.
Así que tras esta larga introducción vienen las fotos.
Publicación de Ernesto Fumeiro Ferreiro