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Y sus visitas a La Habana repletas de peleas y alcohol

Por. Henry Puente.

Frank Sinatra llegó a La Habana por primera vez en febrero de 1947, tenía 31 años, el actor y cantante ya era célebre, pero no el personaje casi mítico que llegaría a ser dentro de la cancionística norteamericana, y quien más tarde al matrimoniarse con el llamado «Animal más bello del Mundo» la sin par Ava Gardner, ambos se convertirían en un fenómeno mediático sin precedentes, la fama del cantante llegó al punto, de ser conocido, sencillamente, por la voz, mientras la Gardner fue la actriz más exclusiva de la prestigiosa MGM por años.
No mucho más puede contarse sobre aquella su primera visita, pero sí mucho acerca de la otra que realizó en noviembre de 1951, y sobre la cuál la revista Bohemia (se encuentra en los archivos de dicha publicación ) ofreció una información detallada, incluyendo abundante iconografía.
Durante aquella segunda ocasión, el cantante estuvo acompañado por su esposa Ava Gardner, en viaje de recién casados, Sinatra quería pasar unos días de sosiego, alejado de la publicidad, algo no siempre posible cuando se trata de figuras del acontecer público, huraño, colérico, huidizo, Sinatra mantiene encerrada en el apartamento del hotel a su flamante media naranja, o la lleva y la trae a escondidas, discutiendo desdeñoso con todos, no permitiendo que nadie, público, fotógrafos o periodistas se les acerque.
También la estrella y el cantante aludían mucho a la llamada fotofobia, la bellísima Ava Gardner recientemente había terminado la película «Venus era una mujer» que junto a su despampanante belleza, quizas la más de aquella época, contribuyó a convertirla en el mito erótico del cine de Hollywood, sustentada asimismo por una campaña publicitaria que la proclamaba, en símil bastante pedestre, como ya mencioné anteriormente en “El animal más bello del mundo”, eslogan que ella detesto hasta el día de su muerte.
Más bien parece que era a Ava Gardner a quien todos deseaban fotografiar, en tanto a Sinatra ni tan siquiera se le podría escuchar, por cuanto su contrato exclusivo le impedía cantar para los cubanos.
La pareja visitó el cabaret Montmartre, hoy desaparecido, quedaba en la calle O del Vedado, donde les obsequiaron un gran cake de bodas y ambos sonrieron ante el flash de los fotógrafos, también estuvieron en el cabaret Tropicana, aunque evitaron las cámaras y los periodistas indiscretos. No hubo declaraciones; solo conjeturas, habladurías y comentarios para engrosar las páginas de la farándula.
Es probable que nadie nunca supiera cómo la pasaron Ava y Sinatra por Cuba, aunque, según las palabras del periodista de Bohemia (que indagando dentro de los archivos encontré) el cuál escribiría una amarga reseña titulada «Luna de hiel en La Habana» de haber cambiado de actitud saliéndole al paso a los fotógrafos y periodistas, mezclándose con las multitudes, conversando con las gentes, hubieran disfrutado muchísimo más, se ganarían el afecto de todos y quedaría de ellos una gratísima impresión de simpatía y sencillez, algo que estuvo muy lejos de ocurrir.
Entre los cubanos, Frank Sinatra ha quedado más por sus interpretaciones inolvidables, en especial la de «Extraños en la noche» y por sus actuaciones en el cine, que por su insípido tránsito por La Habana a inicios de la década del 50 del siglo XX. Mientras la Gardner siempre será recordada por su extraordinaria belleza, junto alguna de sus películas muy populares, al día de hoy consideradas clásicos imprescindibles de la industria fílmica, como resulta el caso de «La condesa descalza» o «La noche de la iguana»
Sinatra murió a los 82 años en Los Estados Unidos, aún continúa ocupando un lugar cimero dentro de la industria musical americana, nadie olvida al etiquetado como «La Voz». Ava falleció a los 68 en un día lluvioso de Londres, aunque en las últimas dos décadas de vida trabajo muy poco en el cine, mantuvo su estrellato hasta el final, fue cotizada y ganó muchísimo dinero, durante los años 80, solo por aparecer brevemente en un serial televisivo se le pagó medio millón de dólares, en la actualidad muchos la siguen considerando el rostro más bello jamás exhibido en una pantalla cinematográfica, aunque no me gusta ser absolutista, yo también lo creo así.
Ojalá una y otro, después de tanta turbulencia vivida, consigan descansar en paz…..


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