*UNA ARTISTA FUERA DE SERIE*
¡ Ella lo puede todo !….
Frases como está eran gritadas en sus conciertos, una y otra vez, recurrentemente…..

Por. Henry Puente.

Aunque Annia Linares nació en Maracaibo, Venezuela, resulta más cubana que la propia Palma Real, de la cuál heredó su grandeza y majestuosidad, sus padres fijaron residencia en Cuba en 1963, dónde realizaría estudios universitarios que no terminó, porque llamada por los escenarios, matricularía en la Escuela de Formación de Actores de la televisión cubana (gracias a la gestión de su madre), donde formó parte del grupo de donde se graduaron grandes figuras de la pequeña pantalla, como Susana Pérez, Evelio Taillacq y Gerardo Riverón.
El 20 de octubre de 1970 se dio su debut profesional en el espacio Teatro ICR, con la obra «Shakuntala», junto al desaparecido Iván Mulkay y en otro programa de variedades musicales, dónde interpretó el tema «Ilusión».
Siempre tendrá que recordar el estreno de «Un segundo lugar», con la autoría de Pedro Pablo, que la convirtió en una de las cantantes más famosas de la Isla, más tarde, su actuación en «Deseo bajo los olmos» (la tragedia de Eugene ONeill), una reseña ya publicada por mi anteriormente en este sitio, en un montaje del Teatro Nacional de Cuba donde asumió el difícil personaje de Abbie Putnam, y cuando, siendo apenas una debutante, recibió la ovación de miles de personas en la «Ciudad Deportiva de La Habana”.
Como la vida suele ser un sortilegio de sorpresas, posteriormente, tendría el placer de cantar «Me contaron de ti» junto a su cantante más admirada, en el Mambo Club de Miami (dado que esta última asistió al espectáculo y estuvo más que alegre de subir al escenario tras la invitación que la primera le ofrece), cuando recién había llegado al exilio er 1992, uno de los recuerdos que más atesora de su vida profesional, porque confiesa, involucran la emoción del espectador, su disfrute personal por compartir su talento y escenas de valor sentimental con esa gloria de Cuba, considerada por ella como la cantante de la isla más trascendental.
Annia ha sido muy cuidadosa cuando se trata de escoger su repertorio, afirmando, que para incluir una nueva canción tiene que sentirla como suya y creerse la historia que cuenta como si le hubiera ocurrido a ella, pues no se trata de repetir te quiero, mi amor, es mucho más que eso.
Con el grandísimo sentido del humor y buen carácter que la define, cuenta sobre sus pasajes infantiles disfrazada frente al espejo mientras cantaba algo de Sara Montiel, creyéndose diva, una pequeñita vedette.
Comenta: Nunca encontré la oposición de mis padres (los actores Rafael Linares y Lidia Sanfiel), sino todo lo contrario, aunque mi padre siempre me insistía en que tuviera una profesión estable y tomara el arte como un hobby.
Ahora dedica parte de su tiempo a impartir clases de interpretación a niños con condiciones especiales en «D L Art Music Academy», un centro creado por ella y su hijo, y lo mismo se desplaza a las escuelas que a los hogares de sus discípulos.
¡ Ahora bien ! Sí algo resulta cierto dentro de la historia de la música cubana, es el hecho que, ANNIA LINARES quedará dentro de ella como una de las artistas más grandes, del todos los tiempos, del currículo cultural de la nación criolla….