Palabras históricas…
Ignacio Agramonte y Loynaz, uno de los hombres más paradigmáticos de la Historia de Cuba, que siendo demasiado joven se lanzó a la manigua a luchar machete en mano por la independencia de Cuba.
El 10 de junio de 1842, nace en Puerto Príncipe (hoy Camagüey) la luchadora independentista Amalia Simoni Argilagos, esposa del mayor general del Ejército Libertador Ignacio Agramonte Loynaz.
Activa colaboradora de las fuerzas mambisas, Amalia prestó servicios en hospitales de campaña.
En plena Guerra de los Diez Años, arrestada por las fuerzas españolas, se le requirió que escribiera a Agramonte para que abandonara la lucha. Su respuesta fue categórica: “Primero me dejo cortar una mano antes que escribirle a mi esposo para que sea un traidor”.
Sufrió los rigores de la cárcel y del exilio. El dolor por la muerte de Ignacio no paralizó nunca sus ansias libertarias.
Al finalizar la guerra, le ofrecieron ayuda económica por ser la viuda de El Mayor, pero la rechazó con tajantes palabras: “Mi esposo no peleó para dejarme una pensión, sino por la libertad de Cuba.”
Amalia Simone falleció en La Habana el 23 de enero de 1918.