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Dos «CUBANOS» imprescindibles.
Por. Henry Puente.
Despues de 20 años de la salida de Luisa María Güell de Cuba, en 1968, dónde ambos fueron unas auténticas e inmemsas estrellas, a su llegada a los Estados Unidos por primera vez, en 1988, proveniente de España, el gran compositor y cantante «Meme Solís» acude, sin ella saberlo, «Les Violins de Biscayne» del downtown en la ciudad de Miami, durante un show que brindaba Luisa María, al llegar al camerino de la diva, como es normal, regresan los inevitables recuerdos y entre lágrimas el abrazo se torna infinito.
Valdría la pena recordar, que durante la década del 60, en la isla, uno y otra gozaron de una popularidad sin precedentes, tanto el famoso cantante-compositor como la icónica baladista arrastraban muchedumbres dónde quiera que se presentasen. En lo particular, la historia de Solís, convertida en leyenda, conlleva escalofriante, ya que tardó 20 años en poder salir de la isla, algo que solo pudo ocurrir cuando intercedió para que eso ocurriera el propio presidente de España de aquél momento, Felipe González Márquez. Afortunadamente, La Güell corrió con otro destino, ya que desde el año 1969, al ganar el primer lugar, conducida por la mano del grandioso compositor Manuel Alejandro, con el tema de la autoría de esté, «Ya no me vuelvo a enamorar», en el marco del «Festival Internacional de la Canción de Málaga-Costa del Sol», rápidamente se convirtió en una artista de fama mundial muy exitosa y cotizada.
Sin la menor duda, al día de hoy, tanto Luisa María Güell como Meme Solís, devienen imprescindibles perteneciendo, dentro de la historia de la música cubana de todos los tiempos, a la diadema de grandes glorias de la nación caribeña…
