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Ultiminio Ramos “Sugar Ramos” emigró de Cuba para ser campeón mundial que salió

Ultiminio Ramos “Sugar Ramos” emigró de Cuba para ser campeón mundial que salió de su natal Cuba al triunfo de la revolución que llevó al poder a Fidel Castro y que prohibió el boxeo profesional, al convertirse la isla en un país comunista. Eligió a México por ser una gran plaza boxística, en la década de los sesenta y en territorio “azteca” se convirtió en gran figura, en monarca mundial de peso pluma y uno de los mejores de su época, de grato recuerdo entre los aficionados por su poder de puños.

Ultiminio Ramos se inició en el boxeo a los 11 años de edad en su natal Matanzas, Cuba, y por esta disciplina, que lo catapultaría al título mundial, dejaría los estudios en su etapa inicial y sólo cursó hasta el tercer grado de primaria.

“Mi padre, Pascual Ramos, fue policía e instructor de boxeo en Matanzas y ahí entrenaban mi tío Luis, mi hermano Ramón y mi hermana Aurora, el gusto por el boxeo nació cuando vi a mi papá llorar porque en la familia había muchos peleadores, pero sin suerte“.

El “Sugar”, como se le conoció en el ámbito profesional, nació el 2 de diciembre de 1941 en Matanzas y se dedicó en cuerpo y alma al pugilismo, hasta su debut profesional en 1957 ante René Arce, en La Habana, cuando todavía florecía el boxeo profesional en la perla del Caribe.

Ramos hilvanó 21 victorias consecutivas para ganarse el derecho de disputar el campeonato nacional de Cuba de peso pluma a Orlando Castillo, a quien derrotó por decisión en 12 rounds en 1960, entrenado por Alfredo “Kid Rapidez” Chávez.

Con el ascenso al poder de Fidel Castro se terminó el boxeo profesional en Cuba, por lo que Ramos Zequeira, quien tenía la ilusión de proclamarse monarca mundial, emigró, por consejo de su padre, a Panamá, para seguir su carrera en el terreno de paga.

En aquel entonces, recuerda el púgil, su padre le dijo: “Ultiminio, aquí en Cuba se acabó el boxeo profesional y si quieres ser monarca mundial tienes que emigrar“.

“En Panamá no había tantas funciones como en México, por lo que viajé a este país para radicar. Era el segundo pluma del mundo y en el país que escogiera vivir sería monarca mundial, ésa sería mi oración“, rememoró.

El peleador cubano se estableció en México en forma definitiva. Se presentó ante Juan Ramírez en el Distrito Federal en 1961 y perdió por descalificación en siete rounds en su primera derrota profesional.

“Fue una derrota injusta que protestaron los aficionados y casi queman la Arena”, recordó vestido con saco satinado color arena y pantalón de casimir negro que resaltan su moreno rostro y el cabello rizado entrecano a sus 72 años de edad.

El “Sugar” no pierde su carácter dicharachero y saluda a los viejos aficionados que lo reconocen en la calle, quienes vieron al extraordinario peleador que hizo una época de cubanos en México, junto con José Ángel “Mantequilla” Nápoles.

Representado por Cuco Conde, Ultiminio Ramos tuvo la pelea grande y también trágica en marzo de 1963 ante Davey Moore, en el Dodger Stadium de Los Angeles, California, para proclamarse campeón mundial pluma por nocaut técnico en 10 rounds.

Moore dejaría de existir dos días después por una lesión cerebral al golpearse en la tercera cuerda, lo cual marcaría la carrera del púgil cubano, quien ya no sería el mismo peleador al afectarle anímicamente la muerte de su rival.

“Logré el campeonato mundial que le prometí a mi padre, viajé a Cuba y le enseñé el contrato de la pelea contra Moore y después supo de mi coronación“, recordó Ultiminio como si fuera ayer y enseguida su semblante se entristeció al recordar el fallecimiento de su progenitor.

“Viajé a Japón para exponer el cinturón mundial ante Mitsunori Seki y mi padre falleció el mismo día de la pelea, el uno de marzo de 1964, si me he enterado antes del combate de su muerte, no peleo”, aseveró.

El cubano acabó en seis asaltos con las aspiraciones de Seki, para regresar con el cinturón pluma de la AMB.

Después de otra defensa exitosa ante Floyd Robertson en Ghana, Ramos enfrentaría al zurdo mexicano Vicente Saldívar en 1964, pelea en la que cobraría la mejor bolsa de su carrera, 38 mil dólares, “con ese dinero compré mi casa en la colonia Aragón, en la que vivo en la actualidad”.

El aspecto económico fue lo mejor, porque en lo deportivo perdió el campeonato mundial por KOT en 12 asaltos, cetro que nunca recuperaría, para retirarse ocho años después pese a los intentos ante Carlos Ortiz, su verdugo en dos ocasiones: en la Ciudad de México en 1966 y en Puerto Rico en 1967.

“En realidad nunca me retiré, dejé el boxeo después de la derrota ante César Sinda en El Forum de Inglewood, en 1972“, explicó.

Al término de su destacada carrera en los cuadriláteros, encontró refugio en la música con ritmo cubano. Formó el grupo Suave Son, donde tocó las tumbas para sobrevivir.

“Es difícil llegar a ser grande y después es duro ser grande. Tuve todo con el boxeo y todo se acabó. Solo que me queda el reconocimiento de la gente, porque las autoridades boxísticas olvidan a los grandes campeones”, acusó.

Ultiminio contrajo matrimonio con Berta Tillman y procreó dos hijos, Enrique y Ultiminio Jr., y dos hijas, Vivian y Adriana, “ninguno se dedicó al boxeo y creo que fue lo mejor”.

Falleció en Septiembre 3, 2017, Mexico City, Mexico
fue un gran líder y ayudó a muchos boxeadores a lograr su sueño de disputar y ganar un cinturón. En paz descanse”.





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