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Hola amigos saludos aquí les regalo la espectacular historia de : CUERVO Y SOB

Hola amigos saludos 🙋‍♂️aquí les regalo la espectacular historia de :

CUERVO Y SOBRINOS – JOYAS EN LA HABANA.
Una de las empresas de su orden más acreditadas de toda la Isla y Una de las entidades mercantiles más sólidas de NUESTRA HERMOSA CUBA DE OTROS TIEMPOS😍

NOTA : Les adjunte varias imágenes de la exclusiva tienda devenida en Museo ubicada en San Rafael y Águila.

La prestigiosa firma “Cuervo & Sobrinos” tiene su origen en 1864 cuando Ramón Cuervo, inauguró su primer tienda de joyería de lujo en la Calle Muralla 37-1/2, en el centro de La Habana. Pocos años después le ofrece a su sobrino Armando su participación en la empresa. En 1892, es ampliado el negocio y se adquiere un nuevo establecimiento, situado en la calle Teniente Rey No. 13.

Su sobrino, Armando F. Río y Cuervo, asturiano nacido en 1862 en Quinzales, en la provincia de Oviedo, se había educado en un colegio de la Bayona francesa, desde donde embarcaría rumbo a Cuba. Trabajaría como empleado en una joyería e incluso se trasladaría a México por pocos meses, hasta que su tío solicitara sus conocimientos de ese negocio, ofreciéndole participación en la empresa.

Dirigida por Armando, la firma siempre contó con la competencia y laboriosidad de Ramón, así como con la de sus otros dos sobrinos: Plácido y Lisardo, hermanos del primero. Pero fue don Armando quien llegó a convertirla en uno de los más grandes orgullos mercantiles de la ciudad de la Habana.

Armando pasó entonces a Alemania como comprador y, al poco tiempo, establecía en Pforzheim, en el Gran Ducado de Badem, una sucursal de la casa habanera, y más tarde organizaba otra sucursal en París.

Según el “Libro de Oro Hispano-Americano” editado en 1917, aparece no solo como “una de las empresas de su orden más acreditadas de toda la Isla y de las que dirigen el negocio con mayor competencia y acierto “, sino que también es “una de las entidades mercantiles más sólidas de Cuba”. Por esta misma fuente sabemos que en esa época Don Armando Río y Cuervo era primer vicepresidente del Casino Español de la Habana.

A finales del siglo XIX se produce realmente el nacimiento de la “marca”, con tres sucursales de aprovisionamiento y producción en los puntos neurálgicos de Europa: “Pforzheim” en Alemania, para los metales y las piedras preciosas, Paris para la joyería y La “Chaux-de-Fonds” para la relojería. Cuervo y Sobrinos era la única empresa importadora en Cuba de las afamadas marcas de relojes Roskopf y Longines. Tenía además un amplio surtido de yugos, sortijas, llaveros, presillas para corbatas y billetes, entre otros objetos.

Por otra publicación del mismo año 1917, el “Libro Azul” de Cuba, es que conocemos que tenía instalado sus almacenes y despacho en la calle de la Muralla, número 37-1/2, que “directamente importan de los Estados Unidos y de Europa” y que tienen la venta exclusiva de algunas afamadas marcas de relojes.

Los principales negocios de la empresa eran “el de pedrería fina, el de joyería y el de relojería, con un capital social es de 400.000 pesos, capital que la empresa cubre anualmente, pues sus ventas medias ascendían a $360.000. Su mercado no se reducía solamente a Cuba, sino que ya se extendía por todo Centroamérica.
A partir de ese momento, es habitual encontrar sus anuncios en revistas y otras publicaciones, donde aseguran que “la joya creada para usted, será el más fiel exponente de su personalidad. Haga resaltar su belleza con joyas artísticas”.

Por posteriores anuncios sabemos que hacia 1930 se traslada hacia San Rafael y Águila, su ubicación ya definitiva hasta 1959. Un letrero colocado en lo alto de la fachada exterior, servía para avisar al transeúnte su presencia.

Con su lema “los joyeros de confianza”, vendían no sólo finos relojes Rolex y Longines, de oro y acero, sino un extenso surtido de sortijas para caballeros, de oro 18K y topacio; yugos en los más finos estilos; gran variedad de hebillas y pasadores. El sólo hecho de que —al igual que Tiffany, en Nueva York, o Cartier, en París—, Cuervo y Sobrinos grabara su nombre en las esferas de los relojes junto al productor de los mismos, ya da cuenta del prestigio y solidez que alcanzó la empresa habanera, sobre todo en las décadas de 1940 y 1950.

Durante medio siglo la boutique de joyería y relojería disfruta de un éxito internacional. Numerosas personalidades como Ernest Hemingway, Winston Churchill, Enrico Caruso, Gary Cooper, Clark Gable, Albert Einstein, etc… visitan regularmente “La Casa” para comprar joyas y relojes.

Su variada oferta de precios quedaba explícita en su reclamo publicitario: “no importa las cifras que alcance su presupuesto. Un presente para cada posibilidad económica y un objeto para cada gusto. Además… su regalo llevará impreso el tradicional prestigio de la firma”.

Verdaderas joyas no sólo por la exactitud mecánica sino también por la belleza de diseño y formas. No en balde se les califica de “clásicos”, por sus exquisitas características que denotan elegancia e imponen un style que trasciende el tiempo y la moda.

Como dato curioso les cuento que la firma fue retomada hace unos años en Suiza y reiniciada su producción .





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