InicioTodoCuriosidades antes del 1959 ... Herradura City La historia del poblado estadou

Curiosidades antes del 1959 … Herradura City La historia del poblado estadou

Curiosidades antes del 1959 …

Herradura City

La historia del poblado estadounidense que existió en Pinar del Río contada a través de su ultimo sobreviviente

Theodore Charles Scott Holton fue el último de los americanos en morir entre los que fundaron a comienzos del siglo XX Herradura City, una colonia estadounidense en el corazón de Pinar del Río.

De su presencia de estos emprendedores en la más occidental de las provincias cubanas queda muy poco. Apenas la iglesia metodista de Herradura City, algunas fachadas casi destruidas que semejan el aspecto de los pueblos del oeste de Estados Unidos, restos irreconocibles de chalets en las afueras y muchas lápidas con apellidos en inglés en el cementerio del pueblo.

En Herradura (ya no Herradura City) vive todavía Rosa Scott, la hija de Theodore Charles, quien atesora la historia de sus antepasados.
Cuenta que en la primera década del siglo XX se asentaron en Herradura sus abuelos Leon Charles Scott y Rosa Holton Scott, quienes llegaron a tierras pinareñas en compañía de sus hijos Harold, Vivian, Leona y el más pequeño, Theodore. En persecución del “sueño cubano”, Leon vendió su tienda en Dakota del Norte y pagó el pasaje de su familia a la mayor de las Antillas.

Theodore Charles Scott Holton fue el último de los americanos en morir entre los que fundaron a comienzos del siglo XX Herradura City

En Herradura, él y otros colonos compraron tierras y construyeron un pueblo de estilo estadounidense, en el que pronto se asentaron también canadienses, alemanes y chinos. Sus parcelas, en las que encontraron trabajo muchos cubanos tras la guerra cruel que había dejado al país en ruinas, se convirtieron muy pronto en prósperas fincas.

En ellas se cultivaban cítricos, frutales, berenjenas, pimientos, tomates, zanahoria y se criaban reses. Todos los productos se sacaban a través del ferrocarril que llegaba al pueblo con destino al mercado de Estados Unidos donde gozaban de enorme demanda.

Herradura City prosperó y sus casas se volvieron lujosas, rodeadas de cercas de madera y hermosos jardines. En el pueblo se abrieron clubes y se construyó un hotel que siempre estaba repleto de comerciantes.

Leon Scott fomentó la finca Montevista en la que sembró grandes naranjales. Las ganancias le permitieron que sus hijos estudiaran en los Estados Unidos, donde Theodore Charles se graduó como ingeniero en la Universidad de Virginia.

Sin embargo, mientras el joven cursaba sus estudios, la decadencia comenzaba a gravitar sobre Herradura City. El auge de la industria azucarera robaba tierras a los cultivos varios, la salinización mermaba los rendimientos de las fincas y Estados Unidos comenzó a imponer aranceles proteccionistas en detrimento de los colonos que exportaban frutas, cítricos y hortalizas desde Cuba.

La Gran Crisis del 29 fue el golpe definitivo. Las exportaciones se detuvieron por completo y la gran mayoría de los colonos liquidó sus propiedades y regresó a la Unión.

Leon, Rosa y Theodore fueron de los pocos que decidieron permanecer en Herradura City. Tras la muerte de sus padres Theodore se hizo cargo del negocio familiar y se convirtió en empresario.

Se casó con la pinareña Hilda Rodríguez, con la que tuvo dos hijos que, junto a otro de un matrimonio anterior con una estadounidense se mantuvieron en la finca Montevista, la cual se mantuvo siempre rentable bajo su administración. Compró un camión y se dedicó a abastecer de forma mayorista con sus naranjas a los hospitales y comercios de Pinar del Río.

En el antiguo almacén de la Herradura Land (la compañía que había fomentado la colonización en Herradura City) construyó el cine del pueblo y diversificó sus negocios. Sin embargo, con el paso de los años se fue quedando solo, porque todos sus paisanos fueron abandonando el pueblo o muriendo de viejos.

La Revolución de Fidel Castro lo despojó del cine, el camión y la finca; pero se negó a abandonar Cuba. Sus últimos años, enfermo y ciego lo pasó en casa de su hija Rosa. Falleció el 16 de octubre de 1979 y con su muerte – que no reflejó ningún periódico de la Isla – desapareció el último colono americano de Herradura City.





Ver post actual

Most Popular