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Caibarién, 14 de septiembre de 1923 HACE HOY 97 AÑOS QUE LA RADIO EN CUBA CANTÓ

📡Caibarién, 14 de septiembre de 1923
HACE HOY 97 AÑOS QUE LA RADIO EN CUBA CANTÓ AL AIRE DESDE CAIBARIÉN EL PRIMER «KNOCK OUT»🎙👊🏼
▪️Manuel A Alvarez ("Manolín"), en los controles; Lorenzo Martín, como traductor de inglés y el cubano Feliciano Reinoso, quien puso su voz, protagonizaron la primera narración deportiva de la historia, en Cuba y Centroamérica.

▪️Los tres eran unos veinteañeros en el Caibarién de 1923, el puerto cubano que traspasó fronteras con una pelea de boxeo ya célebre, entre el norteamericano Jack Dempsey y el argentino Luis Angel Firpo, “El Toro de las Pampas".

✍🏻ERA sábado. Desde bien temprano, en la estación 6EV, propiedad de Manolín Álvarez se ponían discos, en tanto avisaban de la proximidad de la pelea. A medida que llegaban las cinco de la tarde, hora marcada para el comienzo del combate, la aglomeración de público se hacia cada vez mayor en torno al edificio de la Sociedad Liceo, escenario de la transmisión.

Una multitud aguardaba en las calles, y en el parque invadían hasta los tejados de las casas de los alrededores. Todo olía a presencia humana. Voces y gritos definían la impaciencia del público que saturaba los bares y cafés del pueblo.

Me lo contaron para la historia el propio Álvarez y Reinoso: "Cuando llegó el momento apocalíptico de entrar en acción, a las cinco en punto de la tarde, estábamos recibiendo la señal de onda media de la WLW de Powell Crosley", recuerda Manuel.

"La WLW emitía desde Cincinnati Ohio con una potencia de quinientos mil watts. La recepción de la señal en Caibarién era clara y se oía como si el enfrentamiento fuera al doblar de la esquina", me dijo hace 38 años, evocando los acontecimientos de aquel día histórico.

Lorenzo Martín, un primo de Álvarez, demostró sus dotes como traductor ese día; Reinoso se debatió ante el micrófono con los pormenores del combate, y Manolín se puso en los controles. "Los primeros minutos nos parecieron toda la eternidad por nuestras ansias de no perder un solo detalle". —me contó Manuel— "Íbamos retransmitiendo en español las incidencias del enfrentamiento. La “Pelea del Siglo” apostaba por el título mundial de peso completo.

Por lo que narraban desde Estados Unidos, había lleno total en el Polo Grounds: más de ochenta mil espectadores enfurecidos apostando por el ídolo americano; en Caibarién, en cambio, toda la preferencia estaba en “El Toro de las Pampas”. No cabía un alma mas en el centro de la ciudad, cuando empezaron a retumbar los altavoces que Manolín y su equipo habían dispuesto.

Firpo tenía veintiocho años y peleaba en busca de la cúspide de su carrera enfrentando a un Dempsey que ya era uno de los mayores boxeadores de la historia.

A plena tarde, todavía con el sol refulgente del Caribe, Dempsey y Firpo se dieron los primeros golpes. Feliciano comenzó su descripción y lo hizo como si él mismo habitara entre los dos boxeadores:

“Como si el poder de los puños oyera nuestro mandato, en los minutos siguientes, aquel pleito dio un giro de noventa grados. Aquellas dos almas se pegaban como bestias voraces, como si uno de los dos sobrara en el ring. Reinoso seguía la descripción con pelos y señales”, recuerda Manolín.

—¡Ha sido llegando al final del primer asalto! Firpo consiguió acorralar a Dempsey contra las cuerdas y con una certera derecha a la barbilla, lo arrojó fuera del cuadrilátero. ¡Jack salió despedido diecisiete segundos por entre las cuerdas del ring! ¡Esto es lo jamás visto!

Una pelea para no olvidar, indescriptible se puede decir. Dempsey cayó sobre los periodistas, golpeándose contra una máquina de escribir, sufrió un corte en su cabeza, y, ciertamente, estuvo entre catorce y diecisiete segundos fuera de combate.
Feliciano, con su medular narración, ya formaba parte de un tiempo y ese tiempo comenzaba a hacer historia. Sus comentarios fluían uno tras otro.

En un segundo asalto, Dempsey recuperado, se lanzó sobre su rival y se convirtió en una máquina de dar golpes. —¡La sangre brotó del rostro de El Toro Firpo! ¡Jack Dempsey logró derribarlo tres veces!

En el resumen de la pelea, Reinoso fue preciso:
—¡La pelea ha sido detenida a los cincuenta y siete segundos! ¡Lo nunca visto! ¡Dempsey es el ganador por knock out!

Terminado el combate, la mirada de Reinoso no podía ocultar la risa delatora por aquel primer gran triunfo del deporte por las ondas y, al propio tiempo, un dejo de insatisfacción por la pelea robada a Firpo. Desde esa transmisión, Feliciano Reinoso fue de por vida mi gran compinche de la radio.

Al siguiente día, el domingo 15 de septiembre, Radio Caibarién era la noticia en las portadas de los diarios. Habían prometido una transmisión simultánea y la consiguieron con éxito rotundo. En cambio, la PWX de la Cuban Telephone Company de La Habana, que anunció con bombos y platillos aquella pelea, no lo hizo sino a medida que entraba por teleprinter.

El 14 de septiembre, hace ahora 97 años, la 6EV de Manolín Alvarez se hizo mayor entre todas las estaciones que habían en Cuba y se hizo grande en el mundo, porque aquel combate radiado pasaría a la posteridad también como el primer control remoto internacional en la historia de las ondas.

Reinoso, con veinticinco años cantó el primer knock out al aire y llegó a apasionarse tanto con aquella transmisión que con el tiempo se ganó el mote de Dempsey, y así firmaba después sus crónicas deportivas en la radio y en los periódicos.
Con Reinoso nació un estilo para triunfar en el éter, porque con su incombustible voz le dio color y emoción al deporte por la radio.

LA RADIO LOS CATAPULTÓ A LA FAMA

— in Caibairien, Villa Clara, Cuba.


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