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New-York.Feb-11de1923.
LA CORTE SUPREMA DEL ARTE, EL DÍA QUE NACIÓ PARA SIEMPRE LA PRODIGIOSA *ROSITA FORNÉS*

Por. Henry Puente.

¿ Qué fue exactamente La Corte Suprema del arte ? Muchos aún se lo preguntan, incluso, sin quitarle mérito a otras estrellas que salieron de esa competición, el marcado debut de nuestra Rosita Fornés, la primera aparición pública, con tan solo 15 años, de la grandiosa e inolvidable luminaria, quizás sea lo más comentado dentro de la historia de La Corte Suprema del Arte, que sin la menor duda, en su momento fue, uno de los programas más populares y polémicos de la radio cubana.
Esté mediática emisión surgió en momentos en que se necesitaba fortalecer y renovar el cuadro lírico en ese medio, es decir, lanzar al ruedo a nuevas figuras, las llamadas «Estrellas Nacientes», a fin de ir buscando relevo a los veteranos, que, por otra parte, devengaban honorarios altos. Todos los que se presentaban en ese espacio eran aficionados, y el aplauso del público decidía cuál resultaba triunfador.
No fue en su momento un acontecimiento del todo novedoso, ya que antes, en un espacio que se llamó precisamente «Programa de Aficionados», que salía al aire por la radioemisora CMW, René Cañizares intentó un experimento muy parecido, cuando un jurado conformado por artistas profesionales seleccionaba las mejores actuaciones de aquellos que querían iniciarse en el mundo artístico, era un programa de aficionados copiado de un modelo norteamericano, pero no progreso, porque la imitación cubana hacía algo estadunidense muy bien realizado, no se estructuró bien .
Más tarde, cuando Miguel Gabriel y Ángel Cambó, propietarios entonces de la CMQ, quisieron darles mayor estructura a sus programas de música y de variedades, se encontraron con una gran dificultad, las pocas figuras líricas de las que disponían cobraban honorarios demasiado altos para la época y las posibilidades reales de la emisora estaban muy lejos de poder pagar semejantes salarios, fue entonces que Gabriel y Cambó idearon la fórmula de dar entrada espectacular a todos los aficionados que pudieran convertirse en estrellas dentro de la radio.
De ahí surgió la frase, que todavía se usa, de «Le Tocaron la Campana», para indicar que alguien se ve imposibilitado de llegar a su meta porque otro se lo impide, porque en La Corte Suprema del Arte se tocaba ciertamente la campana a aquel intérprete, cantante o recitador, que fuese notoriamente malo, según se cuenta, hubo muchísimos que sufrirían ese atropelló, la campana estaba situada dentro de la cabina de control, fuera de la vista del público y también del intérprete o concursante, la hacía sonar Miguel Gabriel, uno de los propietarios de la CMQ de entonces, el programa comenzó a salir al aire el 1ro. de diciembre de 1937, desde los estudios que esa emisora tenía en la calle Monte, casi esquina Cárdenas, en la ciudad de La Habana.
Los premios y regalos que se llevaban los triunfadores atrajeron a una cantidad enorme de aspirantes, y el magnífico José Antonio Alonso, conocido hasta ese momento como declamador y comentarista, lo consolidó con su conducción brillante y original. Alonso tenía estilo propio y una gran cultura, sabía improvisar y sus comentarios eran siempre atinados, hizo famosa una frase que marcaba el comienzo de la prueba, preguntando siempre al aspirante antes de empezar ¿A quién se lo va a dedicar ? Después que esté respondía, enseguida se volteaba dirigiéndose al director de la orquesta, diciéndole muy enfático ¡ Música, maestro ! Surgieron así toda una cantidad de valores jóvenes lanzados por CMQ. Seguidamente los aceptados, con el patrocinio de CMQ, estaban en fiestas y ceremonias, no solo en la capital, también en ciudades del interior de la Isla, y muchos de ellos no demoraron en consolidarse y capitalizar las simpatías del público, no obstante, todo el proceso de La Corte Suprema del Arte fue polémico, porque empezó afectar a los consagrados, derivando un interés potente por la renovación con artistas nuevos, los cuales salían mucho más barato, posteriormente, devino en trampas, excesos e intereses personales, y hubo mezclado con el legítimo triunfo de algunos buenos aficionados, malos manejos, explotación, intrigas, y ciertas intimidades relacionadas con negocios y chantajes sexuales, que dieron motivo a serias críticas por público y prensa escrita.
Fue además expresión de la fiera competencia comercial que en esos años comenzaba a hacerse sentir en la radio. La Corte Suprema del Arte la patrocinó en sus inicios la Competidora Gaditana «El cigarro inigualable» tal como rezaba su eslogan.
Al obtener el programa un éxito sensacional, Miguel Gabriel, en una de sus jugadas de audacia, elevó de manera inusitada la cifra que debía pagar el anunciante, y obligó así a la Competidora a dejar el campo libre a una empresa rival, la de los cigarros «Regalías el Cuño», que previamente se había comprometido a abonar 12 000 pesos mensuales por el espacio, era una cifra descomunal en aquellos momentos, la que marcó el primer paso hacia los altos presupuestos de inversión en la radio.
Al margen de todo esto, sin embargo, La Corte Suprema del Arte reveló e impulsó a muchos valores perdurables, ahí están los nombres de Rosa Fornés, Raquel Revuelta, Elena Burke, Ramón Veloz, Obdulia Breijo, el dúo Hermanas Martí, Natalia Herrera y Armando Bianchi.
También están Alba Marina, Merceditas Valdés, Aurora Lincheta, Radeunda Lima, Xiomara Fernández, Anolan Díaz, la madre de Rubén Blades etc. Asimismo, se dice algo absurdo e increíble, que allí a Benny Moré le tocaron la campana.
Como ya dije anteriormente, Rosa Fornés tenía 15 años de edad y estudiaba comercio, inglés y mecanografía cuando La Corte Suprema del Arte comenzó a hacer furor en Cuba, no tenía conocimiento musical alguno, pero sabía de memoria muchísimas canciones y pasaba las horas cantando o escuchando discos en la gramola, tras mucho esfuerzo, logró convencer a sus padres para que la dejaran participar, cuando al fin obtuvo el permiso, el padre le recomendó que no concursara con uno de esos temas fáciles que cualquiera podría cantar, sino que compitiera con una canción folclórica, algo difícil que valiera la pena, esa misma tarde Rosa tomó su decisión, competiría con «La hija de Juan Simón», una milonga muy de moda entonces.
Llegó el turno a Rosa, José Antonio Alonso la presentó, y ella comenzó a cantar, sintió cierta tensión, cierto nerviosismo, pero había ensayado tanto y había soñado tanto con ese momento, que empezó a sentirse la dueña del estudio, nada podía afectarla. Precisó la artista durante una de sus tantas entrevistas: Desde que el maestro Tirado comenzó a rasguear las cuerdas de su guitarra, el mundo se encerró en esa canción, canté con mucha seguridad y terminé llevándome el primer premio.
¡ Fue el 12 de septiembre de 1938. Esa noche nació Rosita Fornés !……

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