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Miguel Ángel Quevedo dueño de la revista Bohemia apoyaba abiertamente, sin reser

Miguel Ángel Quevedo dueño de la revista Bohemia apoyaba abiertamente, sin reservas ni censura, a la oposición y a Fidel Castro: le hacían reportajes en la Sierra Maestra, publicaban noticias sobre el Movimiento 26 de Julio, le dedicaban editoriales. En el número del 9 de marzo de 1958 publicaron un amplio reportaje sobre Fidel Castro que titularon “Misión Sierra Maestra”, que escribió Enrique Meneses Jr. Esto solo pudo suceder en una sociedad democrática y culta. Batista fue un sátrapa irresponsable que rompió en 1952 el orden constitucional, establecido desde 1940, pero nunca se propuso aniquilar la libertad de prensa y las libertades individuales. 1957 es el año de mayor crecimiento económico en la historia de Cuba. Luego del golpe de Estado del 52 Batista convocó a elecciones, las cuales se realizaron dos años después, y él ganó. De hecho, terminó su gestión en 1958 y, de no escapar, habría entregado el poder a principios de 59, a uno de los suyos, es cierto. Como hizo Fidel con su hermano Raúl en 2008, aunque en ese caso sin elecciones. Por irregulares que hayan sido, hubo elecciones en 1958, y Batista no fue candidato.

Cuando Castro se hizo del poder, el dueño de la revista Bohemia, Miguel Ángel Quevedo, todavía creía (como millones de cubanos) que Fidel Castro restablecería y respetaría el orden constitucional y la democracia, como lo había prometido reiteradamente. Castro engañó a todos. Cinco meses después Quevedo recibió a cambio de su apoyo la expropiación de la revista Bohemia y las instalaciones. Miguel Ángel Quevedo se exilió en Venezuela y se suicidó en 1969. Agobiado por los remordimientos de su trabajo periodístico, que ayudó mucho a la llegada de Castro al poder, antes de suicidarse escribió una carta de despedida a su amigo y colega Ernesto Montaner:

✏️” Sé que después de muerto llevarán sobre mi tumba montañas de inculpaciones. Querrán presentarme como “el único culpable” de la desgracia de Cuba. Y no niego mis errores ni mi culpabilidad [pero] culpables fuimos todos, en mayor o menor grado de responsabilidad.

Los periodistas que llenaban mi mesa de artículos demoledores, arremetiendo contra todos los gobernantes. Buscadores de aplausos que, por satisfacer el morbo infecundo y brutal de la multitud, por sentirse halagados por la aprobación de la plebe, vestían el odioso uniforme que no se quitaban nunca.

No importa quién fuera el presidente. Ni las cosas buenas que estuviese realizando a favor de Cuba. Había que atacarlos, y había que destruirlos. El mismo pueblo que los elegía, pedía a gritos sus cabezas en la plaza pública.

Fidel no es más que el resultado del estallido de la demagogia y de la insensatez. Todos contribuimos a crearlo. Y todos, por resentidos, por demagogos, por estúpidos o por malvados, somos culpables de que llegara al poder. Los periodistas que conociendo la hoja de Fidel, su participación en el Bogotazo Comunista, el asesinato de Manolo Castro y su conducta gangsteril en la Universidad de la Habana, pedíamos una amnistía para él y sus cómplices en el asalto al Cuartel Moncada, cuando se encontraba en prisión.

😢 Aquella calle contaminada por el odio que aplaudió a Bohemia cuando inventó “los veinte mil muertos” [que supuestamente había asesinado Batista]. Invención diabólica del dipsómano Enriquito de la Osa [a la sazón director de la revista], que sabía que Bohemia era un eco de la calle, pero que también la calle se hacía eco de lo que publicaba Bohemia.

Ojalá mi muerte sea fecunda. Y obligue a la meditación. Para que los que pueden aprendan la lección. Y los periódicos y los periodistas no vuelvan a decir jamás lo que las turbas incultas y desenfrenadas quieran que ellos digan. Para que la prensa no sea más un eco de la calle, sino un faro de orientación para esa propia calle […] Para que los anunciantes no llenen de poderío con sus anuncios a publicaciones tendenciosas, sembradoras de odio y de infamia […] Dile a todos mis compatriotas que yo perdono con los brazos en cruz sobre mi pecho, para que me perdonen todo el mal que he hecho. 🇨🇺
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