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Lilón y Pablito: rumba y leyenda.

Lilón y Pablito: rumba y leyenda. ☺💃

José Isabel tu no sabe bailá. Pablito y Lilón ahora van a arrollá…”

Los míticos Lilón y Pablito figuran entre los rumberos más famosos de Cuba. Su trágico final alimentó la leyenda.

En los años treinta Pablo Duarte triunfaba como bailarín de rumba en el entonces famoso y céntrico cabaret Eden Concert, más tarde cine Actualidades, frente al Edificio Bacardí.

Es encargado de las coreografías de las películas cubanas “Sucedió en La Habana”, “El romance del palmar” y “Ahora seremos felices”.

Para una gira internacional en 1940 al frente de la cual iba Ernesto Lecuona, la pareja de bailes seleccionada es la de Lilón y Pablito. Georgina Fernández “Lilón” ya era reconocida como una destacada bailarina. Son contratados en diversos países de América del Sur, Panamá y México y deciden casarse.

Al finalizar la gira crean junto con dos percusionistas The Four Cuban Diamonds , actuando en diversos lugares de Estados Unidos y con gran éxito en el Teatro Apollo de Harlem. Su acto de bailar con el vaso de agua en la cabeza es imitado por muchos sin poder alcanzar la elegancia que muestran.

Así cantaba Benny Moré su homenaje a los rumberos de ley, que habían abandonado el plano terrenal para convertirse en leyenda:

Qué sentimiento me da

Cada vez que yo me acuerdo

De los rumberos famosos

Qué sentimiento me da

Oh! Chano, murió Chano Pozo.

La muerte de Andrea Baró

Malanga también murió

Cayó Lilón y Pablito.

Murió Mulence y René.

Oh Chano, murió Chano Pozo.

Lo tituló «Rumberos de ayer», lo grabó en 1951 y lo clasificó como “rumba” -es un guaguancó-, aunque tiene también de son. Entre ellos, dos nombres que, con seguridad, siempre han resultado un poco enigmáticos, junto a otros rotundos, cuyas leyendas han corrido de voz en voz, como Chano Pozo, Mulence y Andrea Baró. Para estar en esa selección de dioses, había que ser muy, pero que muy bueno en eso de rumbear. Y Pablo Duarte y Georgina Fernández “Lilón” lo eran en

Al fallecer prematuramente René, el mítico partenaire de Estela, Pablito pasó a ocupar el lugar del que se consideraba el mejor rumbero de los escenarios. Acerca de los primeros años en que Pablo Duarte destacaba ya en el barrio de Jesús María por su virtuosismo rumbero, habló alguna vez un igual: el músico y también rumbero Silvestre Méndez, quien se preciaba de su amistad con Duarte, desde la época en que, según él, Pablito pertenecía “…al Trío de los Relámpagos” (si era un trío de canto o de rumba, nunca se ha podido desvelar).

Su pericia y desempeño artístico le llevaron muy temprano a los escenarios habaneros y también al celuloide: en 1938 ya habían paseado su rumba y su son por el escenario del famoso cabaret habanero Edén Concert, que entonces se encontraba donde hoy resiste estoicamente lo que quedó del cine Actualidades, frente al Edificio Bacardí.

Es a partir de aquí cuando Pablo Duarte se inscribe en los inicios mismos de la cinematografía criolla, cuando ésta decidió hacerse acompañar por el auge plural de nuestra música, es decir, hablamos de los finales de la década de los 30 del pasado siglo XX.

Aquel año de 1938 Pablito recibe el encargo de ocuparse de las coreografías en el filme cubano “Sucedió en La Habana”, de Ramón Peón, primera película musical realizada en la Isla, que contó con las actuaciones de Rita Montaner, Margot Alvariño, María de los Angeles Santana, y la dirección musical del Maestro Gonzalo Roig.

Papel similar debe asumir en el filme “El romance del palmar” protagonizado por Rita Montaner, con la participación de una joven María de los Angeles Santana, Alicia Rico y otros. En este filme, Pablo Duarte exhibe también sus dotes de rumbero en la escena de la Danza de la Piña, junto a Olga Martínez, Diego Pedroso y Fermín Roig, según consta en los créditos.

El filme “Ahora seremos felices” (1939) tendrá a los rumberos en su máximo esplendor, acompañados por el septeto Jóvenes del Cayo. De su paso por el cine, sólo podremos apreciar el desempeño de Pablito -sin Lilón- en “Romance del Palmar”, ya que “Sucedió en La Habana” se considera desaparecida, mientras que “Ahora seremos felices” corrió mejor suerte: se conservan fragmentos, pero salvo en los créditos, en ninguno de ellos se puede apreciar a la pareja de rumberos, aunque sí se ha conservado dos fotogramas del filme donde se les ve en primer plano.

Tras ocho años de giras mundiales planean el regreso a Cuba, pero este nunca se produjo: Su cuarto en New York, es encontrado con la llave abierta del gas y Pablito y Lilón muertos acuchillados justo el día antes de su regreso a La Habana, donde habían fabricado su casa nueva. Murieron en circunstancias no aclaradas, los reyes de la rumba, en la misma ciudad donde unos meses antes habían matado a otro rumbero: Chano Pozo.

www.desmemoriados.com




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