La actriz cubana Marina Rodriguez.
Considerada una de las damas de la radio cubana durante más de tres décadas por su voz inconfundible, Rodríguez desarrolló una carrera que la llevó a ocupar los primeros lugares de popularidad como pareja artística de los galanes Manolo Coego, Raúl Selis, Eduardo Egea, Alberto González Rubio y otras figuras del momento.
«Tenía una voz impactante que despertaba las ilusiones entre los oyentes», expresó la escritora cubana Delia Fiallo, de quien Rodríguez protagonizó varias radionovelas y Bajo el cielo de Argelia, una telenovela realizada en Cuba, en 1962, donde interpretó a una cantante francesa. «Aunque ella prefería el radio, la convencí para que aceptara el papel de Mimí, una cantante francesa que ayudaba a la resistencia argelina, que le quedó muy bien. Era una formidable actriz».
El actor Mario Martín evocó la voz y el talento de Rodríguez en los múltiples espacios que compartieron. «Entre las radionovelas que hicimos en Cuba recuerdo La cautiva de Torreblanca, que se mantuvo un año en el aire. Tampoco he olvidado sus apariciones en la televisión», agregó Martín, que la definió como «una gran señora que supo envejecer con dignidad y que amó intensamente a su esposo, su madre y a sus hijos».
Por su voz también la recuerda su colega Marta Casañas, una amiga personal de Rodríguez con la que nunca perdió contacto.«Nunca le cambió la voz. Eramos muy amigas, conversábamos con frecuencia, y cuando vivíamos en Puerto Rico nos vistábamos. Estuve junto a ella en momentos muy duros que le tocó pasar. Es una gran pena que la hayamos perdido».
Pese a que el público la consideraba cubana, Marina Rodríguez nació en La Coruña, España, el 2 de octubre de 1920. Pero se trasladó a Cuba a la edad de 6 años, donde desarrolló su carrera en los medios hasta que regresó a España en 1969.
En 1970 la actriz retomó su carrera en San Juan de Puerto Rico, donde integró los elencos de telenovelas como Estos hijos y El hijo de Angela María, además de Canción de cuna, una de las obras de teatro que protagonizó. En 1972 se retiró del mundo del espectáculo tras la muerte de su esposo, Juan Lado, padre de sus hijos Juan Ramón, fallecido en 1997, y Juan Carlos, de 55 años. En 1986 regresó a la radio con la radionovela Yo compro a esa mujer, producida en Miami, donde se estableció desde 1983.
La actriz falleció rodeada de su hijo Juan Carlos, su nuera Joan y Rey, uno de sus cuatro nietos.
«Murió tranquila», dijo Rey Lado, a sus 90 años de edad, y con 43 años, residente en Atlanta.
«Fue una de las mujeres más fuertes que he conocido porque tuvo que empezar de nuevo después de haber sido una estrella en Cuba. Pero lo más importante es que logró hacer una familia unida y ser ejemplo para todos».
Publicación de nuestro amigo Rey González
