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Esta publicación se la dedico a una señora mayor, vecina mía, no diré su nom – Nostalgia Cuba

Esta publicación se la dedico a una señora mayor, vecina mía, no diré su nombre por respeto a la privacidad, que me contó a principios de los 70 la historia de Camilo Cienfuegos y Huber Matos, nunca olvidaré su frase: “a Camilo lo mataron, él no desapareció en el mar, los que trabajaron en el avión esa tarde en el aeropuerto de Camagüey, murieron o desaparecieron todos, y antes de morir contaron lo que había pasado, pero nadie se atrevió a ir a la policía, porque el que hablara lo pagaría con la vida…”

Esta es una de los hechos más llamativos del primer año de la Revolución, se podría asegurar que 1959, ha sido el año más fatídico en toda la historia de Cuba.

Camilo Cienfuegos quizás fue el más popular de todos los Comandantes rebeldes. Su desaparición el 28 de octubre de 1959 es uno de los acontecimientos más intrigantes de esta historia. Fue un asesinato o un accidente, hoy en día existen muchas dudas al respecto.

Luis Nieto en su libro “Las pesadillas de Fidel Castro” es una de las pocas fuentes que narra la historia de los últimos momentos de la vida del comandante Camilo. Presentamos un resumen de la parte del libro relacionada con este tema.

El mes de octubre de 1959, fue uno de los momentos más complicados para la naciente “Revolución”,había que “cortar por lo sano” para que no se “virara la tortilla”.

El 16 de octubre del 1959, Fidel Castro disuelve las estructuras del Ejército Rebelde y forma el Ministerio de las Fuerzas Armadas. Ese mismo día se encuentra con el representante de la KGB soviética Aleksandr Alexiev, de visita secreta en La Habana y nombra a su hermano Raúl Castro como Ministro de las Fuerzas Armadas.

Camilo Cienfuegos, era Jefe del Estado Mayor del Ejército, y por su trayectoria merecía ser el segundo cargo con más poder en Cuba, o sea, ser el Ministro de las Fuerzas Armadas, pero el cambio de timón de Fidel coloca a Raúl Castro al mando (nepotismo puro y duro).

Una de las primeras decisiones que tomó Raúl fue la de licenciar a muchos combatientes de la Sierra Maestra, entre ellos a la escolta personal de Camilo.

Raúl ordena también que se corten las barbas y entreguen las armas, sin mediar comunicación alguna.

Otro comandante, con grandes influencias dentro del ejército y en la población, Huber Matos Benítez había mostrado su desacuerdo en público con Fidel, al apoyar a Felipe Pazos en su negativa de financiar la reforma agraria con fondos del Banco Nacional y además había mostrado su preocupación a Fidel Castro sobre el avance de elementos comunistas dentro del ejército. Matos presenta su renuncia el 19 de octubre de 1959 en una carta a Fidel Castro y este lo acusa de sedición.

El 21 de Octubre, Camilo es enviado a Camagüey para detener a Huber Matos, Jefe del Distrito Militar de Camagüey. Matos se entrega sin ofrecer resistencia alguna, y se asegura de que ninguno de sus hombres les dispare a los hombres de Camilo y de que no ocurra ninguna provocación que pueda generar un altercado. Matos rechaza también una oferta de Camilo para abandonar el país.

En medio del proceso, Camilo llama al Presidente Osvaldo Dorticós y niega que haya ningún tipo de sublevación en Camagüey. Con el viaje a Camagüey, Camilo se convierte en el testigo principal para el juicio de Huber Matos.

El día 26 de Octubre de 1959, Raúl le pide a Camilo Cienfuegos en frente de la multitud presente ante el Palacio Presidencial, con Huber Matos ya detenido, que lea un discurso que le han preparado y acuse a Matos de traición y pida paredón para él. Camilo se niega a hacerlo, porque no ve razones para fusilar a Huber.

Al terminar el discurso de Camilo, el que pide el paredón para Huber Matos es Fidel Castro.

La prensa oficial oculta un viaje que hace Camilo desde Camagüey a Santiago de Cuba (nunca se supieron los motivos de este viaje) y de regreso, el 28 de octubre de 1959, hace escala en Camagüey antes de continuar para La Habana.

El vuelo desde Camagüey hacia la Habana sale a las 6 y 01 de la tarde, y ‘’desaparece’’.

A las 6 y 05 de la tarde despega del mismo aeropuerto de Camagüey un avión caza modelo Sea Fury piloteado por Blas Domínguez, piloto personal de Fidel.

Según Fidel, la información de que el Cessna 310 con número 53 en el que Camilo desapareció, le es comunicada el 29 de octubre a las 5 y 30 de la tarde. Casi 24 horas después. A pesar de que el capitán Lázaro Soltura tenía órdenes de esperarlo en Ciudad Libertad, donde se suponía que aterrizaba a las 8 y 30 de la noche. Este capitán es promovido posteriormente a Ministro de Obras Públicas.

Luciano Fariñas Rodríguez, piloto del avión de Camilo es un hombre muy disciplinado con más de 2000 horas de vuelo, que nunca se hubiera apartado de la ruta sin pedir permiso a la torre de control.

El controlador aéreo del aeropuerto de Camagüey, aparece posteriormente muerto.

El mecánico del Sea Fury es atropellado ese mismo día por un automóvil y muere.

José Paz, supervisor del mecánico del Sea Fury, muere 4 días más tarde en un accidente automovilístico.

Blas Domínguez, el piloto del Sea Fury “desaparece” y no se supo más de él.

El gobierno cubano organiza la búsqueda del avión y llega a la conclusión de que “cayó al mar debido al mal tiempo”. Sin embargo, los partes meteorológicos indicaban buen tiempo y nunca se encontró el menor vestigio del avión.

Muy importante: hay dos aviones adicionales que volaron en ese mismo momento, uno que parte de La Habana hacia Camagüey y otro en sentido inverso, que aterrizaron sin problemas.

Siete días después de la desaparición, el comandante Lázaro Asencio comunica que un pescador había encontrado manchas de aceite y una almohada en el mar. Pero se ordena suspender las tareas de búsqueda debido a que se anunció la noticia (falsa) de que Camilo había aparecido. Al regresar al lugar después de haber comprobado que la notica era falsa, todo indicio desapareció.

El Comandante Cristino Naranjo, amigo personal de Camilo Cienfuegos, fue baleado al entrar al Campamento de Columbia por el capitán Manuel Beatón, que poco después se alzó en armas contra el Gobierno en la Sierra Maestra, fue capturado y sumariamente ejecutado.

Un dato extremadamente importante que hace inverosímil la hipótesis de que el avión cayó en el mar: para volar a La Habana desde Camagüey no se necesita volar sobre el mar.
#PeriodicoPatria1892

A continuación la versión de los hechos desde el portal Fundación Huber Matos:

COMPLOT DE LOS HERMANOS FIDEL Y RAUL CASTRO:

Los hermanos Castro tenían un complot: Camilo Cienfuegos al arrestar a Huber Matos tendrían un enfrentamiento, es decir querían enfrentar a los dos Comandantes y originar un derramamiento de sangre, Huber Matos conversa con Camilo Cienfuegosy le explica los planes de los dos Castro, de esta forma el complot falló.

El 23 de octubre de 1959 comparece el Comandante Camilo Cienfuegos en el Canal 11 de la televisión de Camagüey para informar sobre la situación del Comandante Huber Matos. La conferencia de prensa fue conducida por el periodista y publicista Cebrián de Quesada. Antes las diferentes preguntas Cienfuegos declaró: Qué el Comandante Huber Matos había sido escoltado hasta La Habana para ser juzgados por Fidel y Raúl Castro…

ASESINAN A CAMILO

En una cinta magnética en la que estaban registrados los datos del despegue de la avioneta de dos motores Cessna 310, en la que viajaba Camilo Cienfuegos, pero que también en la cinta estaba grabada la información que cuatro minutos después despegó un caza británico tipo Sea Fury, al mando Blas Domínguez, piloto personal de Fidel Castro con su cañón de 20mm desenfundado.

El Comandante Camilo Cienfuegos partió del aeropuerto de Camagüey a las 6:01 pm del 28 de octubre de 1959 en compañía del soldado Félix Rodríguez y como piloto Luciano Fariñas Rodríguez, que tenía más de 2,000 horas de vuelo, y vasta experiencia tripulando el modelo de avión que les trasportaba.

En la zona de Caibarién, Las Villas un pescador observa un avión caza atacando una avioneta y hace comentarios. Es importante destacar que los Castro se “percataron” de la desaparición de Cienfuegos, 24 horas después de su partida de Camagüey. Es difícil comprender como una tiranía paranoica, que percibía conspiraciones por doquier ignorase por tanto tiempo la situación de uno de los hombres más importantes del Ejército.

El tirano asesino Fidel Castro, en un comunicado oficial, refiere que la desaparición de la avioneta fue consecuencia de un “mal tiempo” entre las provincias de Camagüey y Matanzas, sin embargo investigaciones de meteorólogos sobre ese día afirman que las condiciones climáticas eran razonablemente y buenas.

ASESINAN A LOS TESTIGOS

-Blaz Domínguez, el piloto del caza modelo Sea Fury que despegó poco después que lo hiciese la avioneta de Cienfuegos, “desapareció”, no se supo más de él, como puede suceder esto en una isla pequeña. Probablemente, fue ejecutado y su cadáver desaparecido.

-El mecánico del aeropuerto de Camagüey que reportó que el caza británico traía una ametralladora completamente descargada murió ese mismo día, ya que un automóvil lo atropelló.

-El pescador que declaró que había visto un avión caza atacaba una avioneta, fue conducido a La Habana para ampliar las investigaciones y no se supo más de él.

-El comandante Cristino Naranjo, amigo personal de Camilo y oficial de la Columna Invasora que este comandaba, inició una investigación por su cuenta, fue baleado al entrar al Campamento de Columbia (Libertad) porque supuestamente “no se había identificado”. El Capitán Manuel Beatón, fue acusado de disparar y ocasionar la muerte al Comandante Cristino Naranjo.

El capitán Manuel Beatón, poco después se alzó en armas contra el Gobierno en la Sierra Maestra, capturado y sumariamente ejecutado. No obstante, un miembro del tribunal, el teniente Agustín Onidio Rumbaut logró entrevistarse con el detenido y éste le confesó que Fidel Castro, Raúl Castro, Ernesto Guevara, el también comandante Félix Torres y el informador Jorge Enrique Mendoza, eran los responsables directos de la muerte de Cienfuegos.

TESTIMONIO DEL «VALIENTE» COMANDANTE HUBER MATOS

El comandante Huber Matos estaba preso en el Castillo del Morro de La Habana cuando escuchó la noticia: Camilo Cienfuegos, había “desaparecido”.

«Yo inmediatamente pensé que Fidel lo mató. Lo mataron por mi caso, Camilo era una víctima de Fidel Castro, quien estaba celoso de su popularidad».

Cienfuegos se quejó en reiteradas ocasiones a su amigo el comandante Huber Matos de la creciente infiltración comunista en las filas de la revolución. Matos añadió que Castro mientras tanto ya había empezado a criticar a Cienfuegos a mediados de enero de 1959, llamándolo: descuidado, borracho, bohemio. Las mujeres lo vuelven loco, el pueblo lo ama, pero es un desastre.

El 26 de octubre de 1959, añadió Matos, recibí dos notas secretas de Cienfuegos diciendo que estaba preparando un plan para ayudarme a escapar. Matos dijo que rehusó la oferta porque quería un juicio durante el cual explicar en público su crítica a los Castro.

Huber Matos afirma, que Camilo Cienfuegos también estaba descontento con la penetración comunista pero que a su vez se confesaba un hombre totalmente fiel al líder de la Revolución. Apunta que en una ocasión le entregó un escrito pro marxista que había sido incluido en la publicación “Verde Olivo” y que Cienfuegosse molestó y responsabilizó a Ernesto Guevara y a Raúl Castro de lo publicado.

Por otra parte, comenta que aún después de su arresto Cienfuegos no dejó nunca de tratarle con respeto y consideración, actitud que le era informada a Fidel Castro por el capitán Jorge Enrique Mendoza. Matos opina que estas informaciones precipitaron las acciones punitivas contra el carismático comandante. Después de la muerte de Camilo Cienfuegos y la prisión de Huber Matos, la influencia y el poder de Mendoza se incrementó considerablemente.

Refiere Matos que Raúl Castro sentía una gran aversión hacia Camilo Cienfuegos por la popularidad que este tenía y que Fidel Castro temía que Cienfuegos pudiera provocar una crisis de grandes proporciones, no solo dentro de la estructura del poder revolucionario sino también en la población. Cuenta que Cienfuegos criticó la manera en que Fidel Castro dirigió su caso lo que puso en alerta al gobernante sobre posibles futuros problemas con un individuo que le había sido hasta ese momento incondicional. fotografía para identificar a Comandante Félix Torrez González y al soldado Félix Rodríguez, ayudante de Camilo Cienfuegos.

Publicación de Yanko Mesa
Compartido por Yaisey Almenares Galban





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