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En los años 50 el olor del pan recién horneado de las panaderías cubanas hacia i

En los años 50 el olor del pan recién horneado de las panaderías cubanas hacia irresistible la tentación de entrar y comprar una flauta acabadita de hacer, aun caliente, para acompañar el desayuno habitual del habanero: café con leche y pan con mantequilla.

También habían otros tipos de panes, entre mis preferidos estaban los palitroques y el pan de gloria

Colon y sus hombres trajeron a Cuba ganado vacuno, trigo, caña de azúcar y otros productos cambiando la alimentación de sus habitantes que hasta ese momento vivían fundamentalmente de la pesca, frutas y tubérculos como la yuca con la que hacían el casabe.

En la colonia los españoles primero vendían y distribuían el pan.
Después establecieron las primeras panaderías.

Los dulces se elaboraban en las casas aunque habían vendedores callejeros que recorrían la ciudad con sus tableros pregonando sus coquitos acaramelados, merenguitos, yemitas de leche, turrones de ajonjolí, cusubé y otras delicias

A partir de 1860 se establecen las primeras dulcerías

Palitroques

Los palitroques también llamados colines, grisines, picos o bastoncitos de pan surgen hacia 1670 en la Turín de los Saboyas, cuando Italia todavía no se había unificado.

Se cuenta que el Duque de Saboya Víctor Amadeo II padecía frecuentes gastroenteritis desde su nacimiento.
Nunca tenía apetito y, sobre todo, no conseguía digerir la miga del pan, esponjosa y muy poco cocida con respecto a la corteza.

El médico Teobaldo Pecchio le indicó comer alimentos ligeros y fáciles de digerir

Pecchio pidió al panadero Antonio Brunero que realizara un pan con menos miga para el delicado estómago del futuro rey de Sicilia y Cerdeña.

El panadero decidió tomar como base el pan típico de la época, la ghersa, alargándolo y convirtiéndolo en un palillo o bastón, de manera que quedara con muy poca miga.

El nuevo tipo de pan crujiente, al que Brunero llamó grisines, es lo que hoy conocemos como palitroques.

Napoleón Bonaparte los descubrió en Piamonte durante la campaña de Italia y ordenó que le enviaran “les petites batons de Turin” frescos a Francia cada día. Pronto se diseminó a España y al resto de Europa.
Llegó a América en el siglo XVIII traído por panaderos y pasteleros franceses e italianos

Palitroques Cubanos

Las panaderías cubanas comenzaron a crear sus propios panes diferentes a otros similares.

Por ejemplo la flauta de pan , de aproximadamente 90 cm de largo , de corteza tostada dura con miga blanda dentro se distinguía por una hoja de palma larga y fina que se ponía sobre las piezas de pan antes de hornearlas, creando unas marcas alargadas y poco profundas en la corteza de la parte superior.

Surgieron los palitroques y cangrejitos .

Entre mis recuerdos de la niñez están los tabaquitos, minúsculos palitroques con forma de tabaco que se vendían en algunos lugares de La Habana. Muy sabrosos y apreciados por niños y adultos.

Pan de Gloria

La introducción de la caña de azúcar en Cuba por los españoles propició gran abundancia de azúcar por lo que era común el consumo de dulces hechos en casa con frutas y otros ingredientes.

Las familias acomodadas comenzaron a enviar a sus hijos a Francia en el siglo XVIII quienes regresaban con noticias de nuevos platos y postres.
La emigración francesa procedente de Haiti y Louisiana trajo nuevas recetas ampliándose así el recetario cubano.

Para 1844 comienza a venderse el "pan de gloria", pan suave almibarado espolvoreado con azúcar blanca granulada o azúcar molida. Tuvo gran éxito y se mantiene en la preferencia de los cubanos

Llegaron los coffee cakes.
Pan dulce creado en Estados Unidos de América basado en antiguas recetas de emigrantes europeos.

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