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El día que los marcianos llegaron a La Habana acompañados por la divina estrell


El día que los marcianos llegaron a La Habana acompañados por la divina estrella….

Por. Henry Puente.

Durante los años 50 del siglo XX, resultaban frecuentes en Cuba las noticias que, de un modo u otro, hacían alusión a los Objetos Voladores No Identificados, nombrados OVNI. En el imaginario popular, se infería que un buen día podrían llegar los marcianos a bordo de platillos voladores.
De ahí salió el famoso ritmo ¡Los marcianos llegaron ya!Y llegaron bailando el Cha-Cha-Chá. Así decía parte de la letra de una popular canción del género aludido en aquellos años.
Esa pegajosa melodía, fue seguramente la expresión de muchos habaneros aquel amanecer del 28 de diciembre de 1954. Ese día (el de los inocentes) en los terrenos dónde se construía la Ciudad Deportiva, apareció posado un gran platillo volador que, de inmediato, fue rodeado por la policía, los bomberos y cientos de curiosos. Se dice que alguien sugirió llamar al ejército para que enviará algunos tanques, al parecer influido por la película “La guerra de los mundos”.
Tras varias largas horas de calurosa y tensa espera, con cobertura televisiva incluida y cuando más personas había congregadas en los alrededores, de pronto, se abrió una portezuela del platillo y comenzaron a salir preciosas marcianas de esculturales formas, ataviadas con provocadoras trusas y hasta escafandras. Una de ellas era Rosita Fornés con su espectacular paralizante belleza, todo se resumió en un espectacular golpe publicitario organizado por los productores de la cerveza “Cristal” y la televisión cubana. Un empleo de la platillo manía tan original parece único y no se conoce de otros casos análogos en el mundo.
Inmediatamente fueron detenidos por la policía y conducidos a una de sus estaciones con la intención de ser acusados y juzgados en los tribunales, al momento intercedieron las publicitarias que había pagado por el evento, incluido, el propietario de CMQ, Goar Mestre, también patrocinador del proyecto, siendo todo resuelto.
Años después, en forma muy divertida la gran diva Fornés contó, que había sido una noche espantosa, la cuál tuvieron que estar todas las estrellas metidas dentro del artefacto inventado que resultaba muy incómodo y chico, para aparecer al otro día como la gran sorpresa anunciado la cerveza «Cristal», asimismo, para colmó de males, el actor Armando Bianchi, su esposo, durante el transcurso en la larga espera, se enfermó del estómago por algo que comió en mal estado, sin tener la posibilidad de acudir a baños, por tanto, pasó toda la velada con unos terribles retortijones de vientre, deseando que amaneciera para poder salir de aquella inventada escenografía que no volaba.
Concluyendo, que el tan cacareado escándalo publicitario, no fue muy divertido que digamos, ni tampoco obtuvo el éxito esperado…..


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