InicioTodoEl boxeador primero, actor después y profesor Alejandro Lugo, uno de los...

El boxeador primero, actor después y profesor Alejandro Lugo, uno de los mas gra

El boxeador primero, actor después y profesor Alejandro Lugo, uno de los mas grandes profesionales en el arte escénico de Cuba y también de los mas respetados y queridos.
Alejandro Lugo. Destacado actor cubano de teatro, cine, radio y televisión, ya fallecido, grandioso por su profesionalismo el cual se inscribe con letras relevantes entre las figuras cumbres de la radiodifusión cubana.
Antes de entregarse totalmente al trabajo artístico, siendo muy joven, es visitador médico, marinero, profesor de natación y boxeador. El gran actor de teatro, radio, televisión y cine que fue Alejandro Lugo, además de incorporar su recia personalidad a los cientos y múltiples personajes que interpretó con maestría de grande, tiene también entre sus virtudes un don natural: ser un magnífico pedagogo en el difícil arte de la actuación dramática, conocimientos que compartió con aquella sencillez y espontaneidad digna de su altruismo. En 1969 viaja a Camagüey para ayudar con sus conocimientos a la formación y proyección del grupo dramático de Radio Cadena Agramonte. Comenzaba la mañana en la azotea de la radioemisora haciendo ejercicios, para después `pasar al estudio a ofrecer sus clases teóricas y prácticas. Y así se mantiene durante varios meses. Como primer actor se desenvuelve en la radio, el teatro, la televisión y el cine. Desde principios de la década de los años cuarenta del pasado siglo ya trabaja en CMQ.

Trabajo en la radio
El primer programa que le asignan es Diego Grillo, aventuras escritas por José Ángel Buesa. Por esa época las aventuras de Tarzán lo tiene interpretando dos personajes, el Wally y la mona chita. Tiene el gran honor de haber trabajado al lado de Rita Montaner en el programa radial Mejor que me calle. A finales de la propia década de los años cuarenta, el pueblo se familiariza con una voz y un nombre, que ya se pronuncia con respeto en las novelas, entre ellas El derecho de nacer, a la que siguen otras donde se impone por la calidad ascendente. Ya pertenece al cuadro dramático del Circuito CMQ y participa en sus principales programas. A la vez combina su trabajo en el teatro.

Trabajo en el teatro
La prensa de la época destaca entre otras su actuación al lado de Violeta Casal en la obra Veinticuatro rosas rojas, que presenta la Sala Arlequín y Desviadero 23 del Patronato del Teatro, por la cual recibe el codiciado Trofeo Talía y el de Antillana en el año 1956. También junto a Violeta Casal, lleva a la escena La Madre, seleccionada la obra más destacada de 1962 y la más vista a lo largo de la República.

Trabajo en el cine
La filmografía de Alejandro Lugo es extensa. Un total de veintiséis películas avalan la calidad de este actor. Antes de 1959 participó en siete filmes coproducidos entre Cuba y México, entre los que merece ser destacado Siete muertes a plazo fijo (1950), donde interpretaba al personaje del bandido “Siete caras” y compartía con actores como Ernesto de Gali, Raquel Revuelta, Eduardo Casado, Rosendo Rossel, Maritza Rosales, Juan José Martínez Casado, Adolfo Otero, Gaspar de Santelices y Manolo Coego. El film marca el comienzo de un nuevo género, el thriller-a-la-cubana, una trama de misterio mezclada con comedia y escenas musicales, al ritmo de las composiciones de Osvaldo Farrés.

Además, Lugo trabajó en Casta de Robles (1953), un drama rural escrito por Álvaro de Villa, con dirección musical de Félix Guerrero, y la dirección del español Alfredo Fraile quien plasmó magistralmente la belleza de los campos de Cuba. En esta cinta compartió el protagónico con Xonia Benguría, Ángel Espasande, el mexicano David Silva, Santiago Ríos, Ricardo Dantes y Antonia Valdés. En 1954, rodó La mujer que se vendió, de Agustín Delgado, basada en el guion de una radionovela escrita por Félix B. Caignet. En 1957 trabajó en El farol en la ventana, dirigida por Juan Orol, con Mary Esquivel.

Alejandro Lugo interpretando al bandido 7 caras en la película
Con la creación del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) consolidó su participación en el medio, al trabajar en diecinueve películas, entre las que se encuentran Tulipa (1967), dirigida por Manuel Octavio Gómez, en la que actuaron también Dalia Anreus, Daisy Granados, y Omar Valdés; Río Negro (1977), de Manuel Pérez Paredes, seleccionada entre los filmes más significativos del año por la crítica cubana y que obtuvo el Premio Especial del Jurado en el Festival Internacional de Cine de Moscú (URSS, 1977); Retrato de Teresa (1979), de Pastor Vega, protagonizada por Daysi Granados y Adolfo Llauradó, y que recibió numerosos premios en certámenes nacionales e internacionales; Guardafronteras (1981); El señor presidente (1983); El corazón sobre la tierra (1984); Otra mujer (1986); En tres y dos (1986); y Visa USA (1986) dirigida por Lisandro Duque Naranjo, una coproducción Colombia-Cuba. El cine de la Revolución lo tiene también en películas como Entre tres y dos, (1993).

Trabajo en la Televisión
La pequeña pantalla de CMQ televisión se nutre con sus brillantes actuaciones en novelas, teatros, series policíacas, desde sus inicios el 18 de diciembre de 1950, cuando Marcos Behmaras estrena el primer programa policíaco para el espacio que más tarde se denomina Tensión en el Canal 6, con Alejandro Lugo en el rol protagónico. Entre los muchos personajes que protagoniza en el espacio El humo del recuerdo en CMQ televisión, es imposible olvidar el legendario -médico chino-. En la televisión de 1960 trabaja en Sombras del pasado, que se cataloga como el mejor programa dramatizado de continuidad del año, original de Félix Pita Rodríguez, asume con acierto el personaje central de la obra, “el hijo de Enzio”. Esta novela se presenta por Televisión Revolución los lunes, miércoles y viernes a las 9:30 de la noche. Otras actuaciones destacadas son las de Rosa Felipe, Ángel Toraño, Rafael Linares e Hilario Ortega, entre otros. También lo recordamos en Medea en el espejo, que la crítica señala como el mejor programa de televisión durante Julio de 1961. Ello se debe a las buenas actuaciones de un grupo de actores, entre ellos el personaje de “Perico Piedrafina”, que incorpora Alejandro Lugo. Obligado mencionar al “Lucas Fundora”, de Tierra o Sangre que el Canal 6 transmitía por segunda ocasión en 1976; el míster Danger de Doña Bárbara o el agente de la Seguridad del Estado “El Chino” de Para empezar a vivir o su presencia en la series Julito el pescador y La frontera del deber, de los años ochenta, entre tantos personajes y obras.

Opiniones sobre su obra
Son muchas las personas que lo recuerdan con amor, entre ellas Alden Knight, que lo refiere más que un maestro, como un padre, que lo aconseja y ayuda a abrirse paso en el apasionante y a la vez difícil sendero del arte. De su mano generosa se integra al selecto grupo de profesores de la Escuela de Formación de Actores del ICRT, de la que se nutren los micrófonos y las pantallas a partir de los años setenta del pasado siglo.

“ Cuando la guerra civil española, emigraron hacia Cuba personalidades del teatro en España que formaron la Academia Libre de La Habana, entre ellos José Rubia Barcia. Traían todo el conocimiento del teatro de Europa, con una técnica de primera. Y los alumnos “chiquilines”, los más jóvenes del grupo eran Antonio, Ñico, Hernández y Alejandro Lugo. De ese grupo salieron Martínez Aparicio, Modesto Centeno, Marisabel Sáenz y otros que después formaron la Academia de Arte Dramático. En Alejandro Lugo quedó un maestro y gracias a él además de ayudarnos a los actores más jóvenes, el ICRT le debe la Escuela de Formación de Actores. Él fue quién estuvo al frente de esa Escuela. De allí surgieron muchos buenos actores y actrices, como Susana Pérez, Natasha Díaz, Yolanda Ruíz, Idelfonso Tamayo e Irela Bravo, entre otros. Fue un maestro, sus alumnos hablan con amor de él y de Alfredo Perojo y Alden Knight, que también fueron profesores allí. No he podido olvidar la frase de Alden en la despedida de duelo de Alejandro Lugo. ”Ha caído un roble”.
relata la actriz Fela Jar sobre el tema de formación de actores en el ICRT
Al hablar de los valores del artista Alejandro Lugo, la actriz Fela Jar se refirió a una linda anécdota que denota como era Lugo.

“Alejandro Lugo en unión de Bellita Borges, una gran compañera, primera figura también de Crusellas y Compañía, se daban a la tarea en la época de reyes, de pedirles juguetes a los artistas. No importaba el tipo, si eran nuevos o el uso que tuvieran. Se pasaban las noches arreglándolos y poniéndolos como nuevos. Después recorrían los barrios humildes de la Habana para entregarlos a los niños más pobres. Eso ocurre en los años finales de la década de los cincuenta.”
comenta Fela Jar
Publicación de nuestro amigo Rey González



Most Popular