Home Todo Curiosidades poco conocidas: ¿Sabías que en Cuba hay un museo que exhibe una...

Curiosidades poco conocidas: ¿Sabías que en Cuba hay un museo que exhibe una mo

Curiosidades poco conocidas:

¿Sabías que en Cuba hay un museo que exhibe una momia cubana del siglo XIX?…

En el Museo de Matanzas se conserva la única momia embalsamada en la Isla… Se trata de Josefa Petronila Margarita Ponce de León, a quienes sus familiares mandaron a momificar para poder despedirse de ella por siempre y que fue descubierta por casualidad mientras limpiaban el cementerio matancero en 1965.

Nacida en el municipio de Guanabacoa, en el año 1815, falleció a la edad de 57 años en La Habana, aunque la mayor parte de su vida la pasó viviendo en Matanzas. Sus familiares decidieron entonces embalsamarla y pagaron la suma de mil pesos en oro para su traslado por barco hasta Matanzas.

El cadáver de la señora se descubrió de pura casualidad durante una limpieza de nichos en el cementerio matancero el 18 de junio de 1965.

Pese a todo el revuelo que se originó a su alrededor, las autoridades consideraron que lo mejor era que la momia permaneciera en el mismo sitio que había sido encontrada. Allí mismo se quedó Josefa hasta que 15 años más tarde un perturbado mental robó la cabeza de la momia y la emprendió a martillazos con ella. Un vecino, que alcanzó a presenciar tamaña atrocidad, rápidamente dio parte a la policía.

Un destacado forense llamado Ercilio Vento se interesó por la momia. El esmero del doctor en la recomposición de la destrozada cabeza alcanzó su cota más alta precisamente en la cabellera. Con ayuda de una peluquera, Vento aprovechó sus días libres para hacerle a la señora un reimplante capilar en toda regla, «pelo a pelo». La operación duró cinco años.

Los restos de la momia Josefa se trasladaron al museo de Matanzas en el 2005. Tan solo en el primer día la visitaron cerca de 70.000 personas. La refrigeración que se le encuentra aplicada a momia cumple dos funciones: mantiene a raya a los hongos que podrían acabar con ella y, lo que no es desdeñable, compensa el desasosiego que el propio cadáver, la urna, la luz tenue y las cortinas malvas de la sala se apoderan del visitante.

Me imagino que los matanceros ya hayan visitado a Josefa…

Fuente: https://www.cubacute.com




Salir de la versión móvil